Guisante

Yo no podia creer lo que este tipo estaba haciendo, él golpeaba a una anciana, golpe tras golpe, ella sangraba, había una bondad enorme en cada choque de piel con piel.
Yo no podia juzgarlo, no me atrevia, esa anciana era malvada, esa anciana iba a causar el fin del mundo y él la estaba golpeando de una forma tan bella.
Sabia que si dejaba de atacar ella nos iba a matar a todos, ella que no tenía nada que perder o ganar.
Él estaba condenado, ese pobre hombre no podía hacer nada más.

Yo no podía juzgarla.
Ese tipo quería robarle ese precioso collar que ella heredó de su abuela y que ella pretendía dar a su nieta, toda una tradición en manos de un hombre que no sabia nada. Ella tuvo que hacerlo, tuvo que dispararle, aunque no ganara nada con ello, ya no perdería la tradición; ella salvó el pasado y contruyó el futuro.

Ellos no pueden juzgarme.
Yo desde un comienzo lo había decidido, yo quería tener lo que no podía comprar, yo quería hacer lo que no se debe, yo tenía un impulso que no había aparecido hasta ahora, tan repentino.
Yo no los maté, yo no tengo un arma, ellos se lo hicieron, ¿qué podía hacer?, yo quería aquel collar, yo quería ver el corazón de ese hombre. Yo no hice nada. Ellos lo hicieron, ellos no me juzgaron y ahora estan demasiado callados para hacerlo.
¿Es que nadie quiere señalarme?.¿Es que nadie quiere abofetearme?.¿Es que es mas facil ignorarme?. Ustedes lo hicieron, yo no tengo un arma, tampoco tengo un cuerpo, ahora ustedes no tienen nada.
¿Podemos conversar en silencio los tres?.